LAS VICTORIAS APARENTES--LOS ESPEJISMOS
Se presenta el policìa, el que siempre aparece en la TV.,con sus bigotes
como de "charro", para dar un parte de victoria: "Se han incautado màs
de 100 kilos de estupefacientes, se han cerrado màs de 30 caletas del
microtràfico, se han retenido armas de fuego y cortopunzantes, asì como
celulares y dinero en efectivo y se han capturado màs de 300 delincuen
tes, con antecedentes penales, integrantes de La Banda de Homero.
Todo èsto en el Bronx capitalino.
En la plazoleta del Bronx, hay una casa comunitaria o inquilinato, con
paredes de color " crema sucio", puerta desvencijada y ventanas de
madera, color marròn.
En uno de los cuartos, està una abuela con sus nietos, tres niñas y dos
niños, entre cuatro y siete años, ella los cuida porque son de dos de sus
hijos ya fallecidos; uno muriò por sobredosis , el otro, asesinado en la
calle, y, de su hija, que trabaja reciclando.
En el cuarto se ven dos camitas, donde reposan los peluches reciclados,
las paredes se adornan con recortes de revistas, almanaques viejos y
con cartulinas pintadas por los niños; al lado de la puerta, una ventana,
abierta deja ver la cruel realidad; la calle desordenada, llena de basuras,
por donde caminan como sombies los drogadictos, llevando a la espaldas
un saco sucio, conteniendo sus vicios, sus fracasos y sus miserias, y en
la mano libre llevan un frasco con pegante, pepas para doparse y "puchos"
de tabacos , estos sombies no caminan, deambulan, comunicàndose con
gestos y sonidos guturales.
El ambiente està plagado de vulgaridad, promiscuidad, vicio y violencia.
Y entre ese fango moral, caminan diariamente, desprotegidos, agarrados
de las manos de su mamà o de sus abuelas, los niños y niñas que asisten
a un centro de capacitaciòn. La miseria y El Estado los han marginado.
El parte de victoria del policìa, debiò haber comenzado diciendo:
"Las niñas y los niños, junto con sus madres y abuelas, han sido rescata-
dos y sacados de las amenazas del Bronx".
Yo todavìa creo en los hombres de Buena Voluntad. Dios AYÙDANOS.
Heyman.