CARTA ABIERTA A PONCIO PILATO
Secretario general de la Sociedad Bíblica Uruguaya
tomado de la revista El Centinela, Abril de 1984.
Con permiso de Decisión.
"Durante la semana que el mundo ha querido calificar de " Santa", el nombre de
JESUCRISTO, que es el centro de la historia, se recuerda en todo el mundo. Con
el tuyo, sr Pilato, sucede lo mismo, pero con un papel distinto. Tu posición como
gobernante te enfrentó ineludiblemente con Él. Ese solo hecho te concede un
lugar en la historia; pero lo que da mayor significado a tu proceder es que quisiste permanecer neutral frente a Jesucristo, frente al juicio que se estaba entablando.
Nadie podrá olvidarse jamás que te lavaste las manos, y que el significado de aquella acción se ha incorporado al acervo de dichos populares para ilustrar la actitud de cualquier persona que ante la necesidad de definirse procede de la misma manera
imitándote.
¡ Oh Poncio Pilato ! Tu neutralidad fue fatal. Te condujo a una actitud neutra, nada
digna de gente responsable y consciente. Tu mujer tuvo un sueño revelador sobre
la inocencia de Jesús, y te dió un consejo valioso que no quisiste aprovechar.
En realidad, sólo tú debes saber por qué no quisiste tomar partido entre dos
posiciones antagónicas. Tu cargo era más importante que LA VERDAD, digo la verdad con mayúsculas, porque no se trata de cualquier verdad, para tí, lo impor-
tante era salvar tu posición política.
Eticamente , te descalificaste, Políticamente, te suicidaste.
He procurado analizar ese momento clave de tu vida y naturalmente surgen algu-
nas conclusiones que bien podrían ser aplicadas por extensión a todos aquellos
que, consciente o inconscientemente, te imitan .
Pienso que la decisión de lavarte las manos no estuvo basada en la ignorancia.
Sabías demasiado acerca de Jesús. Estabas al día con todo lo que el hacía y por
donde andaba. Sin embargo desechaste todas las posibilidades de conocerlo en
forma directa y personal.
Siguiendo con mi análisis, me es imposible aceptar la explicación de que actuaste
así debido a indiferencia. Es evidente que en lo íntimo te hubiera gustado ver una
solución distinta. Esto explica por qué querías derivar tu problema personal a tu cómplice,Herodes.
Cuando Jesucristo se convierte en un " problema" para alguien, nadie, sino uno
mismo, debe resolver qué hacer con Él. ! Trágico fín, el tuyo!.Pobre Pilato. Todo
por falta de una decisión oportuna, justa y firme, costare lo que costare, como
deben actuar, hombres y mujeres con temple y carácter.
Por último, déjame que te diga que no son pocos los que piensan que te lavaste las
manos por pura cobardía. Algunos historiadores afirman que finalmente te quitaste
la vida. Si realmente ocurrió así- ya te lo dije -tu suicidio moral se registró en el mismo momento que pediste agua para cumplir tu histórica acción, a fin de evitar
un compromiso con Jesucristo .
! Si tan sólo hubieras pensado un poco en que es imposible crucificar LA VERDAD
y meterla en un sepulcro para olvidarse de ella¡ Sí, es imposible, Poncio Pilato, porque aunque eso ocurriera, LA VERDAD SIEMPRE TIENE UN TERCER DÍA PARA
RESUCITAR. Si tus sucesores e imitadores, meditaran tan solo por un instante en
esto, seguramente que sus decisiones serían otras y el mundo mismo sería otro.
Te saludo, Poncio Pilato, con una perspectiva de casi dos mil años y no puedo
menos que asombrarme de que, después de tu triste ejemplo y trágico final, toda-
vía haya gentes que sigan tus pisadas y te imiten, en lugar de seguir el ejemplo de
aquel que supo convertir su vituperio en la mayor riqueza espiritual legada a los
hombres. Su Salvación y el derecho a La eternidad.
En cuanto a tí, te aseguro que tu ejemplo es un estímulo para tener carácter y no
imitarte y para ser fiel y leal a La Justicia. Es cuestión de Dignidad. Esto es SER
o no SER