Páginas

miércoles, 15 de febrero de 2017

LA CORRUPCIÓN-UN CÁNCER TERMINAL.




LA CORRUPCIÓN  UN  CÁNCER TERMINAL.


¿"Cómo hemos llegado a esta vergüenza.? ¡ Cómo hemos llegado a esta degeneración
de los valores en la vida social"?.

! Cuántos escándalos presenciamos y escuchamos todos los días, son billonarias
las sumas del tesoro público, las que se esfuman .Son numerosos
los funcionarios  públicos ladrones,- todo sigue igual- ninguno va para la cárcel
porque con su dinero mal habido tienen comprada a la justicia. Le mienten al 
pueblo.-esa impunidad produce indignación y violencia.

En éstos días, ! ser político es sinónimo de ser corrupto¡ Los entes de control estatales
brillan por su inoperancia. Nos estamos acostumbrando a  "un lunfardo criollo",
nos metieron, nuestros gobernantes, en los sucios vericuetos de los mafiosos, los
jíbaros, los ñeros, los sayayines, los fleteros, etc. etc. Hoy escuchamos y leemos: coima-
 cómo voy yo  ,o "c.v.y."--gancho fijo- el otrosí- mermelada--tajada-corrupto.-etc-etc- .
Hay que hacer un Diccionario aparte para el léxico delincuencial que nos invade por 
todos los ángulos; y se pronuncia en "las altas esferas de  cuello  blanco"

La Corrupción no es solo en nuestro País, es mundial, pero no vamos a caer  en el
viejo dicho: " Mal de muchos consuelo de tontos". Parafraseando la sentencia Bíblica:
"Quienes nos gobiernan son como la sal de la tierra;  puestos para preservar al pueblo
de la corrupción y la podredumbre, nos preguntamos: ¿ Si la sal se corrompe, el pueblo, 
¿Cómo será preservado?".El gobierno todo es " una olla podrida-cloacal-"

El escándalo del momento es ODEBRECHT; empresa Brasileña, la mano negra poderosa 
que penetró todos los estamentos públicos continentales,montó la guachafita y compró
con millones de dólares la débil y falsa moral de la élite gubernamental.
La Justicia Brasileña, se metió a la manigüa de la corrupción, capturó a los ladrones 
y los puso tras la rejas. Lo mismo sucedió en el Perú; Boletín rojo internacional contra
 el expresidente Toledo y Expulsó de su territorio a la firma Odebrecht, sin ninguna
gabela y con multas por ladrones. Y nosotros, en nuestro País, nos seguimos asombrando,
nos exaltamos. Los implicados evadiendo su responsabilidad, tirándose la pelota 
sucia de unos a otros. A puerta cerrada elucubran y mandan a sus coimes a urgar en
 los basureros  del otro, para encontrar un miasma al que aferrarse.

Y El pobre pueblo, nosotros, los contribuyentes, estamos perplejos, atónitos, anonadados
perdidos entre el laberinto del latrocinio que nos ahoga.